EN SAN PEDRO - MISIONES

Más de 200 mil árboles para recuperar corredores de biodiversidad y preservar al yaguareté

Este año se están sumando 152 nuevas hectáreas con lo que se estaría llegando a 488 mediante la plantación de casi 50.000 nuevos árboles nativos.

Con un fuerte enfoque actual en ejecutar proyectos en la zona rural de San Pedro, la Fundación Vida Silvestre aúna esfuerzos en su ímpetu de restaurar la selva en áreas mayormente productivas con el firme propósito de restaurar los corredores biológicos y así reforzar la conectividad de la selva entre el Parque Provincial Cruce Caballero y la Reserva de Biósfera Yabotí. Ya llevan plantados más 200 mil árboles y recuperadas 640 hectáreas.

El trabajo que realiza Vida Silvestre es de suma importancia tanto por su aporte al planeta como por planificar proyectos y estrategias viables, enfocadas en la reconstrucción del paisaje de manera integral, eso es, sin dejar de atender la realidad de las familias que residen en las zonas que forman parte de este valioso corredor, donde queda bosque nativo que aún conservan la memoria del rugido del yaguareté.

Detrás de cada árbol que se vuelve a incorporar, reconstruyen los corredores de biodiversidad que permitan que el yaguareté, pueda moverse, cazar, reproducirse y así, conservar y recuperar su población.

En se sentido Claudia Amicone, especialista en restauración y comunidad de la Fundación Vida Silvestre Argentina indico “Desde Vida Silvestre estamos convencidos de la necesidad de recuperar la selva misionera no sólo para el yaguareté y la biodiversidad, sino también para las personas ya que los beneficios o servicios ecosistémicos que brinda el monte son esenciales para el bienestar y para afrontar el cambio climático”.

Además, se refirió al valor ambiental de los lugares donde llevan adelante cada intervención que “Nuestro trabajo de restauración lo realizamos en sitios de alto valor para el hábitat del yaguareté en donde, mediante diversos estudios, las necesidades de intervención para no perder la conectividad de los grandes bloques de selva que quedan en Misiones son urgentes” destacó Amicone.

La especialista hizo énfasis en que se trata de acciones cruciales para preservar al mayor felino de América y especie bandera del ecosistema “Sin selva, no hay fauna. Sin conectividad ecológica, el yaguareté no tiene futuro. Cada hectárea restaurada es una pieza clave en el rompecabezas de la conservación”.

Para lograr ese propósito; el de recuperar el habitad del Yaguareté, no solo basta con la llegada de vida silvestre a cada lugar, es necesario despertar el interés y generar conciencia en las familias de que es posible cuidar el entorno sin que eso impacte en los proyectos productivos de cada uno.

En ese contexto, el sampedrino Jonatan Villalba, especialista en restauración de la Fundación Vida Silvestre señaló «El cambio no viene desde afuera. Lo construimos con la gente del lugar, respetando sus saberes, necesidades y derechos. La restauración ecológica no se sostiene si no es también restauración del vínculo entre las personas y su entorno”.

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