El intendente de Concordia, Enrique Cresto, y la secretaria de Desarrollo Urbano, Mireya López Bernis, recorrieron el Vivero Municipal y el Jardín Botánico. Reafirmaron la importancia de seguir promoviendo en los espacios públicos la plantación de especies nativas y anunciaron que se avanzará con el plan en la nueva Costanera Nébel. El municipio trabaja de manera integral en políticas ambientales de impacto local, como respuesta a las advertencias de Naciones Unidas sobre la “era de la ebullición global”.
Plan de Arbolado Urbano: La decisión política de cuidar el ambiente y mitigar el cambio climático
El intendente Enrique Cresto y la secretaria de Desarrollo Urbano, Mireya López Bernis, recorrieron el Vivero Municipal y el Jardín Botánico de Concordia “Aníbal Oscar Carnevalini”, en el Parque San Carlos. Allí repasaron junto al director de Parques y Jardines, Ceferino Ragone, y la guardaparque y viverista de nativos, Irma Galli, las principales acciones que se llevan a cabo, con especial énfasis en el Plan de Arbolado Urbano que implementa el municipio.
“Este es un lugar muy importante para la ciudad y es el eje de una política pública del intendente Cresto, que a través del plan de arbolado urbano viene planteando hace años la reforestación de los espacios públicos con producción autóctona”, señaló López Bernis.
La funcionaria confirmó en este sentido cómo continúan las acciones. “La idea ahora es avanzar en un convenio con la empresa que trabaja en la obra de la nueva Costanera Nébel. Desde la Municipalidad le vamos a entregar los árboles y a cambio podremos mejorar nuestro Vivero para aumentar la capacidad de producción de las especies nativas”, expresó.
López Bernis hizo foco en la cuestión ambiental al indicar que “hoy estamos viendo las consecuencias del cambio climático y el árbol es una infraestructura urbana para contrarrestar esos efectos. Por eso, estamos convencidos que tenemos que plantar cada vez más, porque los árboles son nuestra protección”.
Por otro lado, la secretaria también resaltó otros aspectos del Vivero y Jardín Botánico, en materia educativa y turística: “Acá vienen muchas escuelas y se les brinda una clase, explicando todo el proceso de cómo plantar una semilla hasta tener el árbol. También desde el turismo queremos poner en valor este espacio, porque realmente se trabaja con mucho compromiso para que Concordia sea una ciudad sostenible”.
Más árboles nativos en la ciudad
Irma Galli agradeció “este acercamiento del intendente y de Mireya, porque nos incentiva. Los humanos hemos dañado mucho el ambiente y ahora tenemos que producir cada vez más árboles autóctonos, todo lo que se está perdiendo de la selva en galería”. Enfatizó en que “el intendente hace ya más de cinco años que puso sus ojos en esto y empezamos a producir para hacer plantaciones en la ciudad”.
Galli se refirió a la importancia de la educación para complementar estas acciones de política urbanística. “Invitamos a las escuelas a que vengan a visitarnos; nosotros hacemos un recorrido, mostramos las especies, hay muchos frutales comestibles o con otros beneficios que no se conocen, por eso incentivamos a que aprendan, investiguen y planten en sus casas”, dijo.
También aludió al tema de las podas y el comportamiento de la ciudadanía al respecto: “La gente muchas veces quiere que vayamos a podar o que saquemos árboles grandes o viejos que pueden resultar peligrosos. Lo que nosotros decimos siempre es que hay que ir y ver bien cada situación, para conformar a las partes, porque en realidad lo que necesitamos es que haya cada vez más árboles y entre todos debemos cuidarlos”.
Plan de Arbolado y compromiso con el ambiente
El plan municipal que inauguró Enrique Cresto en su primera gestión, llevó adelante un registro de los árboles existentes en la vía pública, incluyendo las especies y antigüedad de los mismos. Esta tarea arrojó datos significativos: de un total de alrededor de doscientas manzanas de la zona céntrica, se contabilizaron sólo 3500 árboles (unos 2500 eran fresnos, espumillas y ligustro).
Por ello se pensó en un plan que sea capaz de abastecer, sostener y recuperar el arbolado urbano, que viene de la mano con la reactivación del Vivero Municipal para que hoy pueda estar cubriendo gran parte de la demanda.
La consigna es sencilla y clara: cuantos más árboles se tengan, más son los beneficios porque no sólo dan sombra sino que ayudan a disminuir las temperaturas, dan protección ante la presencia de los vientos además de generar un ecosistema diferente donde conviven distintas especies de flora y fauna.
Cabe recordar, por otra parte, que recientemente la Municipalidad de Concordia fue reconocida por la políticas ambientales impulsadas en la gestión del intendente Enrique Cresto para mitigar localmente el cambio climático, entre las que se destacan el mencionado Plan de Arbolado Urbano, la transformación integral del Campo del Abasto, la proyección de un Parque de Energía Solar y las obras tendientes a preservar la fauna y flora costera.
Esto se relaciona con la noticia de finales de julio, en la que el secretario general de Naciones Unidas describió la situación actual de la crisis climática como “aterradora” y afirmó que “la era del calentamiento global ha terminado y la era de la ebullición global ha llegado”. Asimismo, el líder diplomático subrayó la necesidad de reducir de manera drástica y urgente la emisión de gases contaminantes, entre otras medidas, pidiendo a los políticos que “actúen con rapidez”.
Un lugar de orgullo y futuro
El Jardín Botánico «Aníbal Oscar Carnevalini» está formado por 8 hectáreas de especies vegetales autóctonas y exóticas nativas. Se inauguró en 1995, siendo el primero de la provincia y actualmente uno de los más importantes de la región. Está ubicado dentro del Parque San Carlos.
Además de la conservación y el cuidado del principal pulmón verde de la ciudad, las tareas se enfocan en la generación de los plantines que, con el tiempo, se transforman en los árboles autóctonos que se utilizan en la parquización de los espacios públicos de la ciudad.
Es un lugar óptimo para conocer sobre todas las especies nativas que conforman esta reserva natural ubicada en un punto estratégico. Un lugar que es un orgullo para la ciudad y que la decisión del intendente es que sea accesible a los vecinos de Concordia y a todos los turistas que se acercan a visitarlo por ser un gran atractivo.
Al formar parte de la Red de Viveros de Nativas de la República Argentina, especialistas y biólogos se acercan en diferentes épocas del año a observar la diversidad de especies que aquí se encuentran y que revalorizan el patrimonio cultural y natural de Concordia: Inga, Timbo, Ubagay, Sarandí, Bugre Palo Gris, Ibirapitá, Palo amarillo, Anacahuita, Laurel del río, Mataojo, Curupí, Guayabo colorado.
Información para tener en cuenta
En Concordia, al igual que el agua potable, el alumbrado y el mantenimiento de calles, el arbolado urbano es considerado un servicio público. Según la Ordenanza Nº36.502, se establece un mínimo de dos árboles por cada unidad habitacional. Hay casos especiales en que esto no se cumple, ya sea para evitar con el tiempo la rotura de caños o la obstrucción de entradas y salidas cloacales; o por inconvenientes con el cableado eléctrico y de telecomunicaciones. El municipio trabaja de manera coordinada en la atención de estas problemáticas, siempre con la premisa de que se necesitan plantar más árboles y conservar los existentes en buena forma.
Con respecto a la poda, tanto la Ordenanza Nº16.672 como la Resolución Nº35.226 prohíben la misma y estipulan que los únicos encargados de hacerla son los trabajadores de la Dirección de Parques y Jardines. Ellos poseen la capacitación y el conocimiento fitosanitario para podar en forma adecuada. Los vecinos deben solicitar el trabajo a dicha área municipal, durante los meses de mayo, junio, julio y agosto.
La poda particular implica muchas veces, por desconocimiento o descuido, que se realice en una época inadecuada o de una manera excesiva (cortando ramas primarias), con lo cual los árboles sufren y en respuesta a ello aumentan su capacidad, largando mucho follaje y desarrollándose hacia abajo con más raíces.
Las multas por podar el arbolado público van de los 20 a los 600 mil pesos, según la especie y el daño causado.
Desde la Dirección de Parques y Jardines se brinda asesoramiento e información para que la población plante en sus frentes y acompañe el cuidado de los árboles públicos, que en definitiva es el cuidado de la salud y el ecosistema de todos.