Se trata de un pequeño poblado turístico conformado por distinguidas residencias que sólo se habitan durante los períodos vacacionales. Surcada por el río San Antonio, sus cristalinas aguas ofrecen costas con playas de finas arenas limpias.
La tranquilidad de la zona convierte a Cuesta Blanca en el destino ideal para las familias con niños pequeños.
Los amantes de la vida silvestre pueden visitar el sorprendente criadero de langostas Hayke. En este espectacular espacio se encuentran ejemplares de esta especie australiana utilizadas tanto como mascotas como para consumo en gastronomía.
Las sierras vecinas permiten realizar caminatas, cabalgatas o excursiones en bicicleta a quienes gustan del ejercicio en plena naturaleza.
El pueblo cuentan con hosterías, cabañas y casas de alquilar además de restaurantes y confiterías para todos los gustos y poderes adquisitivos.
Desde allí, en automóvil u ómnibus interurbanos se pueden visitar el Parque Nacional Quebrada del Condorito o si se gusta de los grandes complejos de entretenimiento, la ciudad de Villa Carlos Paz.