El Técnico Ignacio Aquisgrana, con 24 años de antigüedad en la Municipalidad, asumió en diciembre pasado “con la idea de poner en marcha un programa de reparación rápida y volver dar luz, como corresponde, a la comunidad”.

“Recibí el área en condiciones no malas, pero muy caída en cuanto al personal y a los servicios que se prestaban. Esta es un área técnica y de servicio, plenamente, de mantenimiento”, aclaró.

Aseguró que no hay horario. “No se para en las 24 horas, los 7 días de la semana. Siempre hay inconvenientes, incontingencias y el alumbrado público es como el agua, no puede no darse, no puede haber luces apagadas, porque el vecino abona por esas luces”.

Relató que al asumir encontraron «3.000 lámparas apagadas, en un relevamiento que se hizo rápidamente; colocadas, pero fuera de servicio, en un parque de 19 mil, que hoy en día estaría en 21 mil, aunque va creciendo en forma constante con la dinámica propia de la ciudad”.