ELECCIONES 2023

Alfredo Cornejo es el nuevo gobernador de Mendoza

El máximo referente radical ganó la elección y, como lo fue entre 2015 y 2019, será nuevamente jefe del Ejecutivo provincial. Es la primera persona que logra ser reelecta desde el retorno de la democracia. Omar De Marchi hizo una muy buena elección y tendrá un capital político importante.

Alfredo Cornejo ganó la elección y volverá a ser gobernador de Mendoza desde el 9 de diciembre. El hombre que no se había alejado del poder del todo, vuelve al Gobierno. La tendencia en el recuento provisorio indican que hay una diferencia de cerca de 9 puntos entre el candidato de Cambia Mendoza y Omar De Marchi, de la Unión Mendocina. De esa manera, habrá una «reelección» en Mendoza por primera vez desde el retorno de la democracia.

El triunfo de Cambia Mendoza en las elecciones generales está impulsado también por el empuje de los intendentes del Gran Mendoza. Es que esa alianza, de corte urbano, tuvo un buen resultado en Guaymallén, Godoy Cruz, Capital. En Las Heras la elección es reñida. El departamento que es gobernador por Daniel Orozco fue el epicentro de la campaña.

El peronismo, como frente Elegí, tuvo un resultado catastrófico que impactará en la representación legislativa. El Partido Verde creció respecto a las PASO, un dato que también ayudó a Cambia Mendoza de manera lateral porque se convirtió en una alternativa opositora.

Un nuevo gobierno
Los datos provisorios a los que accedió MDZ indican que Alfredo Cornejo obtuvo el 36% de los votos, Omar De Marchi el 27% y Omar Parisi, del frente Elegí, 13% y el Partido Verde 11%El caudal de votos de Cambia Mendoza bajó sensiblemente respecto a la elección en la que resultó ganador Rodolfo Suarez en 2019, pero esa alianza soportó el quiebre y el desgaste.

Cornejo será gobernador y habrá un reacomodamiento importante en la Legislatura. La Unión Mendocina tendrá una fuerte representación y el peronismo se desinflará, tras tener la peor elección de su historia.

La baja participación fue otro dato relevante. Votó solo el 71% del padrón, muy por debajo del promedio de Mendoza en elecciones ejecutivas. Algo similar había pasado en las PASO y los candidatos no lograron motivar a la población a que acuda a las urnas.

Cornejo volverá al cuarto piso de Casa de Gobierno con el mismo sello que creó en 2015, aunque en un contexto distinto. Su creación sobrevivió la ruptura que ejecutó De Marchi para competir con él. Heredará la gestión de Rodolfo Suarez, con quien mantuvo las formas a pesar de la diferencias. Igual, Cornejo también tuvo una capilaridad innegable en el Gobierno, pues buena parte del gabinete surgió de su cantera y de su gestión.

Si se confirman los resultados, habrá nuevos equilibrios de poder. La Unión Mendocina quedaría como la alianza opositora más importante, siempre y cuando logre mantenerse unida. En la Legislatura habrá también modificación en la composición y otros matices. En los últimos dos años hubo solo dos sectores representados y la llegada de la UM podría romper ese oligopolio.

También habrá un choque generacional. Cornejo liderará la provincia con una larga trayectoria encima y acostumbrado a una conducción verticalista. Se sumarán a la estructura de poder de la provincia intendentes jóvenes con menos recorrido. Ocurrirá en Las Hera, Guaymallén y Godoy Cruz, entre los oficialistas, y con Luján, entre los opositores. Una de las incógnitas del nuevo esquema es cómo responderá Cornejo a la nueva era. Más aún, teniendo en cuenta que el mandatario electo tiene la mirada puesta en el Este, en decir en la Ciudad de Buenos Aires.

Por eso uno de los cambios que tiene en mente Cornejo es en la estructura del gabinete. Habrá roles nuevos, fusiones y delegación de responsabilidades en referentes de confianza. Tadeo García Zalazar, por ejemplo, tendrá a cargo la DGE, Desarrollo Social y gran parte de la estrategia del gobierno. A él se le sumará la generación renovadora que integran Natalio Mema, Jimena Latorre y varios dirigentes jóvenes. Otros más conocidos, como Lisandro Nieri, también serán parte de ese equipo. Otros ya tiene la ficha de salida firmada tras 8 años en el gobierno. Justamente la idea de equipo oxidado que arrastra.

Tras la campaña también quedó expuesta la estructura que Cambia Mendoza gestó en el Poder Ejecutivo, el Legislativo, las organizaciones profesionales y ejerciendo el poder desde esos sectores, en el Poder Judicial. También en los organismos de control. Con cuatro años por delante y con más representación opositora, la forma en la que interactuará con otros poderes también es una duda. «Cornejo ejerce el poder. Lo usa para que haya cambios», repiten.

A nivel nacional el resultado también tiene importancia. Es la última contienda antes de las elecciones presidenciales y por eso Patricia Bullrich está en la provincia para tratar de capitalizar el resultado. Alfredo Cornejo fue uno de los primeros dirigentes radicales que se jugó por la candidatura de Bullrich, poniendo la estructura radical de la provincia a su servicio. La delegación de dirigentes nacionales de juntos por el cambio es nutrida.

El perfil
Alfredo Cornejo llega nuevamente al gobierno tras ser senador nacional, diputado nacional, gobernador (2015-2109), ministro de varias carteras, asesor e intendente. Ese cargo es clave en su carrera, pues fue el que marcó la bisagra entre el operador que era y el gestor en el que se convirtió. En realidad, Cornejo nunca dejó ninguno de los dos roles.

Nació en San Carlos, es licenciado en Ciencia Política y Administración Pública y en la UNCuyo comenzó a levantar la cabeza como dirigente desde Franja Morada. Su trampolín político fue Godoy Cruz. Allí fue secretario de Gobierno de Cesar Biffi y comenzó una estrategia para hacerse con el poder que hasta incluyó el cambio de domicilio de una camada de dirigentes universitarios que hoy gobiernan la comuna. Fue parte de la Concertación Plural que rompió el radicalismo y también de los reconstructores de la UCR que él había ayudado a partir. En 2011 aceleró su estrategia: resignó su candidatura a gobernador a cambio de poder en la Legislatura. La UCR perdió, pero él ganó. En 2015 creó Cambia Mendoza sumando a toda la oposición detrás suyo. La mala gestión de Francisco Pérez hizo el resto y fue electo gobernador. Durante los 4 años de gestión recuperó la autoridad de la figura del gobernador y también ganó poder personal.

En su vida personal, Cornejo tiene un hijo y una hija, una nieta y es fanático del fútbol. Es, ante todo, un político 24×7. Mientras era gobernador fallecieron sus padres, tuvo intervenciones de salud por «divertículos» y otras afecciones. Es cuestionado por la forma de ejercer los cargos. «Cornejo es malo», dicen sus amigos para graficar que cuando es necesario enfría la cabeza y el corazón. En una entrevista reciente con MDZ reconoció que lloró; que lagrimeó, también culpa de la política.

Tras dejar el cargo en 2019 Cornejo intentó construir un proyecto nacional, pero siempre con un pie puesto en Mendoza. Se quedó corto por falta de estructura propia en Buenos Aires y volvió para caminar sobre terreno seguro. Con esa decisión frustró a la generación de los herederos que buscaban tomar la posta. Su retorno tendrá, sin embargo, otra tensión interna y externa.

Fuera de su familia y la política Cornejo tiene otra pasión que lo moviliza: el fútbol. De joven se ponía la 10 en el Club de Eugenio Bustos y recorría con una pelota el barrio Ceferino Naumucurá. Hoy la edad y el estado físico le permiten usar la 5. También el cargo, pues nadie se anima a contradecirlo cuando da indicaciones adentro de la cancha. “Lo único que no puede cambiar es de pasión”, dice el personaje Pablo Sandoval en el Secreto de sus Ojos al hablar de la fidelidad de las personas a su club. Cornejo no hizo gala de esa idea y optó por el poliamor: se crió como hincha de Independiente de Avellaneda, pero tuvo una conversión mística como fanático del Tomba, equipo que ha seguido a todos lados.
Fuente: www.mdzol.com

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