Ubicadas en el departamento de Tinogasta, en el oeste de la provincia de Catamarca, las Dunas de Tatón se han convertido en uno de los destinos turísticos más impactantes del norte argentino. Y hoy por hoy es una propuesta ideal para disfrutar en estas vacaciones de invierno 2025.

Este mar de arena blanca y fina, moldeado por el viento, ofrece un escenario ideal para el turismo aventura, con actividades como travesías en vehículos 4×4 y sandboard. Además, su belleza natural atrae a fotógrafos, viajeros y amantes del desierto de todo el país.

Aventura sin límites: 4×4 y sandboard en las dunas más altas del país
Las dunas de Tatón, que llegan a alcanzar hasta 300 metros de altura, son perfectas para experiencias llenas de adrenalina. Las travesías en 4×4 son una de las principales atracciones, con recorridos guiados que permiten internarse en este entorno inhóspito y majestuoso. Los vehículos todo terreno ascienden por laderas de arena hasta alcanzar miradores naturales que ofrecen vistas panorámicas del paisaje desértico.

Para los más aventureros, el sandboard es otra experiencia imperdible. Deslizarse por las dunas en tabla se ha vuelto una actividad habitual, tanto para principiantes como para quienes ya han practicado este deporte en otras partes del país.

Cómo llegar a Tatón
El acceso a las Dunas de Tatón es posible desde la ciudad de Tinogasta, ubicada a unos 300 kilómetros de San Fernando del Valle de Catamarca. Desde Tinogasta, se recorren aproximadamente 60 kilómetros hacia el oeste por la Ruta Provincial Nº 34, pasando por localidades como Fiambalá y Medanitos.

El camino está asfaltado en su mayor parte, aunque los últimos tramos pueden requerir vehículos aptos para caminos de ripio o arena, especialmente si se planea ingresar al corazón de las dunas. Por ello, se recomienda realizar excursiones con guías habilitados o servicios turísticos especializados en la zona.

Clima del desierto: qué tener en cuenta
El clima en Tatón es desértico, con temperaturas que pueden variar considerablemente entre el día y la noche. Durante el verano, el calor puede superar los 35°C, por lo que se recomienda visitar entre los meses de abril y octubre, cuando las temperaturas son más agradables para recorrer el paisaje sin riesgos.

Es esencial llevar protector solar, gorro, agua en abundancia y ropa liviana para el día, junto con alguna prenda de abrigo para la noche. Las condiciones secas y la altitud también requieren una buena hidratación constante.

Más que arena: otras atracciones cercanas
A poca distancia de las dunas, la región ofrece otras experiencias imperdibles:

Termas de Fiambalá: Un conjunto de piletas naturales de aguas termales enclavadas en la montaña, ideales para descansar después de una jornada de aventura.

Ruta del Adobe: Un circuito histórico-cultural que recorre capillas y edificios coloniales construidos con adobe, entre Tinogasta y Fiambalá.

Bodegas y producción local: La región cuenta con bodegas artesanales que ofrecen vinos de altura, ideales para degustar sabores únicos del oeste catamarqueño.

Termas de Fiambalá

Un destino que desafía los sentidos
Las Dunas de Tatón no solo ofrecen aventura y adrenalina, sino también una conexión profunda con la inmensidad del paisaje. Su atmósfera silenciosa y majestuosa invita a la contemplación y al respeto por la naturaleza extrema del lugar. Ya sea para un viaje fotográfico, una escapada familiar o una travesía deportiva, Tatón es una experiencia inolvidable en el corazón del desierto catamarqueño.