RIO NEGRO

Choele Choel capta el interés de quienes buscan una segunda residencia con entorno natural

Cómo llegan a la zona las últimas tendencias en urbanismo. Cómo se manifiesta la reivindicación del bienestar postpandemia.

Zona Sur
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De repente, de la noche a la mañana no pudimos salir de casa. No pudimos ir al trabajo, a la escuela, al centro de salud. No pudimos salir al restaurante ni viajar. Nos vimos obligados a aprender a valorar la vida hogareña, reducir la velocidad y estar en familia más de lo habitual. Y de repensar nuestra relación con la naturaleza; descubrimos ahí mismo que nos habíamos desenamorado de ella.

Ocurría por entonces que el virus enseñaba cómo mirar nuestro alrededor y ver lo que nos estábamos perdiendo. Es así que surgía un nuevo imaginario como resultado de conjugar tanto tiempo los verbos pausar y resetear que fue combinando las ventajas de residir en una zona rural o en una ciudad o pueblo con menor densidad poblacional con una gran urbe con posibilidades de acceder a todos los servicios que hoy se requiere para una vida conectada, saludable y segura.

Aprendió que potenciar los vínculos entre lo rural y lo urbano deriva en valores de bienestar y salud de la ciudadanía, además de mejorar la conservación de la biodiversidad. Que es posible imaginar y plantear resoluciones locales a la necesidad generalizada de sobrevivir a la incertidumbre. Potenciar lo propio, entonces, es el plan de modo sustentable y sostenible.

“La fórmula que hermana el entorno rural y lo urbano la estamos desarrollando”, afirman líderes y referentes locales.
“Hemos aprendido de emergencia en los tiempos de pandemia y ahora, al instalarnos en una nueva normalidad queremos capitalizar esas lecciones. Empieza un tiempo de oportunidades para cambios en los estilos de vida”. Esta es la opinión coincidente entre emprendedores, desarrolladores, urbanistas y funcionarios de esta ciudad que llevan un registro atento de las inversiones en el casco urbano de la ciudad que surgen tanto de locales como de personas provenientes del Alto Valle, La Pampa, provincia de Buenos Aires, Chubut y Santa Cruz, entre otros lugares.

¿Qué se ofrece por estos lares? La reivindicación de la tranquilidad y el bienestar en una región que asegura conectividad, rutas, transporte y educación, entre otros servicios. “Choele Choel y el Valle Medio en general gozan de un buen número de condiciones que hacen a una buena calidad de vida. Un clima benigno, una baja densidad poblacional, disponibilidad de los principales servicios y una ubicación geográfica que facilita el acceso a otras regiones y provincias. Además, hay que sumarle que es una comunidad multicultural surgida de la transmisión mutua de conocimientos y formas de hacer, que de generación en generación se viene dando entre descendientes de pueblos originarios e inmigrantes de otras regiones de Argentina, Latinoamérica, Europa y Asia”, afirma Liliana Zacarías, importante desarrolladora local.

Quiénes son los que manifiestan interés en terrenos en el casco urbano de Choele Choel

También están los que buscan una segunda residencia en zonas rurales, comenta Zacarías, “además de aquellos que buscan invertir en la construcción o bien trasladarse a vivir acá si el empleo les permite trabajar en modo home office”. “En los últimos meses aumentaron las consultas de gente que vive en provincia de Buenos Aires que desea mudarse a nuestra región”, afirma quien lidera su inmobiliaria que tiene más de 50 años de historia en la zona.

“Desde el comienzo de la pandemia Covid-19 ha ido en aumento un éxodo; en primer lugar de los sectores con mayor poder adquisitivo, luego seguido por sectores medios, hacia los suburbios de los grandes núcleos urbanos o hacia los pueblos pequeños del interior del país. Se ha tomado una fuerte conciencia sobre el valor del hogar y del núcleo familiar, del disfrutar y cuidarnos. En este sentido, la región brinda la posibilidad a quienes quieren un cambio de vida más ligado a la naturaleza y los espacios verdes, la proximidad del río, muchos días de sol al año. El poder adquirir alimentos directamente de los productores, sumados a la tranquilidad y la seguridad que brinda este lugar, suma al potencial de Choele Choel como lugar de residencia permanente o estacional”, enfatiza Zacarías.

En efecto, como tendencia, se impone hoy lo cercano, lo conocido, lo próximo. Y una mayor conciencia de que el consumo local favorece la economía local. “La gente aprendió en pandemia que las distancias importan y que lo que se produzca en casa, en nuestro pueblo o región nos hace menos dependiente del afuera”, sostiene el experto en tendencias sociales y estrategias de innovación, el cipoleño Laureano Mon.

En este sentido, otra desarrolladora, Gisela Puñalef, da conformidad a esta perspectiva. “Qué busca quien quiere invertir en Choele: un cambio de estilo de vida. Muchos quieren levantar su casa en un terreno bien amplio, realizar su propia huerta familiar, estar al aire libre y sano, tener contacto estrecho con la naturaleza, acceder a lindas vistas al paisaje. Es así como van armando su propio proyecto”, manifiesta. Su socio es Juan Simón Filippi.

La construcción sustentable es un pilar en estas inversiones, dice Puñalef. “Apostamos a una conciencia social conjunta. El cuidado del ambiente es y debe ser una prioridad siempre”, apunta. La cuestión del uso de los paneles solares hoy figura en su agenda como también el cuidado y control del impacto ambiental de las decisiones urbanas que se toman tanto desde el Estado local como de los privados. “La energía solar está siendo utilizada en campos, islas y chacras; es una alternativa a considerar en las áreas urbanas y semiurbanas”, expresa Zacarías en este punto.

“El mix de lo urbano y lo rural se debiera dar en armonía en nuestra comunidad”, subraya Puñalef. “Cualquier desarrollo en la zona urbano y/o rural debe darse de modo ordenado, respetando toda ordenanza vigente y asegurando transparencia a cualquier movimiento y acción. Los privados así lo entienden y eso facilita todo”. Y reafirma: “toda oferta inmobiliaria se debe vender con todos los servicios de luz, agua, gas, cloacas y cordón cuneta. También hay que ceder espacios verdes en las urbanizaciones a crear. Deben cumplirse a rajatabla las ordenanzas municipales”.

Vivimos en una isla. Ese es nuestro gran tesoro que hay que cuidar en todo momento. Es nuestro gran compromiso que así sea.

Liliana Zacarías, empresaria inmobiliaria de Choele Choel

El ambientalismo es su bandera. Tanto ella como Zacarías, quien es propietaria de tierras no productivas que avanzan hacia la barda, tienen sus grupos de estudio e intercambio de saberes y opiniones con arquitectos, urbanistas y ambientalistas que insisten en todo momento que movida que se hace, movida que debe tener su estudio de impacto ambiental. “Vivimos en una isla. Ese es nuestro gran tesoro que hay que cuidarlo en todo momento en todo el lugar”, remarcan como un mantra. “Es nuestro gran compromiso que así sea”. Ambas tienen sus desarrollos en áreas urbanas.

“Valle Medio es una comarca con siete núcleos urbanos que alternan con áreas rurales, en la que se puede vivir en una ciudad, trabajar en otra, en las chacras o en el campo, con fuertes lazos familiares entre sus habitantes, ligados ellos directamente o indirectamente a la vida rural. Se produce un interesante mix entre estas dos formas de vida, que le otorgan una particular identidad. Choele Choel esto lo sabe y lo capitaliza hoy”, dice Zacarías. Vivir en una comarca es un plus.

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