Tanto en el ámbito turístico como económico, la ciudad experimentó un impacto positivo en su balance final. Los datos arrojaron una ocupación hotelera del 92%, con el arribo de más de 3.300 visitantes que disfrutaron en su mayoría de estadías promedio de 2,7 noches, generando más de 13.000 pernoctaciones.

El gasto promedio de cada turista se registró en $15.000 por día, cuyos montos influyeron de manera significativa en el crecimiento de la economía local. Se produjo un movimiento superior a los $183 millones, cifra que resulta del derrame económico que se centró en toda la actividad turística en estos días, principalmente entre los prestadores o empresas turísticas vinculadas directa e indirectamente al turismo.

La gran atracción protagónica que tuvo la ciudad fue el desembarco del Turismo Nacional. Lo mejor del automovilismo pisó la tierra colorada otorgando jornadas intensas a los apasionados de los fierros. El autódromo de la capital de Misiones se vistió de fiesta donde miles de personas disfrutaron de las carreras en familia inclusive en el Día del Padre. Los fanáticos del deporte motor vivieron a pleno la 6ta fecha que congregó a multitudes en el Autódromo Rosamonte, luego de volver, tras 5 años de ausencia.

Asimismo, Posadas posee una combinación única entre encantos naturales y opciones culturales, que convirtieron a los diversos puntos de la ciudad en escenarios atractivos para el público de todas las edades e intereses. Hubo una notoria convocatoria en los grandes espacios verdes como el Parque de la Ciudad y el Jardín Botánico. Del mismo modo, los visitantes se sumergieron en la historia y la cultural regional a través de los museos, los cuales poseen colecciones diversas y muestras tanto clásicas como contemporáneas.

La Costanera a orillas del inmenso Paraná, se destacó como lugar concurrido, con la presencia de numerosos turistas y lugareños que se reunieron para disfrutar de un mate, sentir la brisa y aprovechar del cálido sol otoñal. El municipio, consciente de la importancia del turismo, dispuso de varias actividades para invitar a descubrir la ciudad y sus rincones. Una de las opciones claves para esta premisa fueron los recorridos a bordo del city tour “La Jangada” que como de costumbre, invita a descubrir los rincones posadeños más recónditos. Cabe destacar además a los ya tradicionales paseos en bicicleta, en su modalidad por la Costanera y otra un nivel más elevado para intrépidos, un circuito de 10 km al Jardín Botánico, sitio que a su vez, ofreció un circuito por todo su predio. En otra instancia hubo uno por el centro de la ciudad donde los participantes se adentraron en edificios históricos y emblemáticos, ante cada caso los cupos se presentaban agotados, hito que demuestra la activa participación en todas las propuestas.

Por otro lado, el sector gastronómico y comercial tuvo un funcionamiento pleno, en el que el Día del Padre sirvió de un plus extra. En este sentido los bares y restaurantes se han mostrado colmados, donde el menú contó con una variedad de opciones culinarias con mucha impronta regional, como también platos gourmet para los más exigentes.

En tanto, la afluencia de visitantes se tradujo en beneficios para los prestadores de servicios turísticos, como ser hoteles, agencias de viajes y todo el conglomerado de comercios locales, que se vieron directamente beneficiados con la demanda que se presentó.

El flujo intenso de turistas y los números finales que presentan el balance son indicadores claros de que el potencial turístico de la ciudad se encuentra en uno de sus mejores momentos. La capital misionera nuevamente ocupa el centro de la escena en la región del NEA, consolidándose como destino ideal y favorito. Posadas es naturaleza, cultura e historia. No solo los fines de semana se viste de fiesta, todo el año ofrece una experiencia inolvidable a aquellos que la visitan, dejando en sus corazones el deseo de regresar y seguir descubriendo los tesoros que esta maravillosa ciudad tiene para ofrecer.