Bajo un sol resplandeciente y una temperatura ideal para vestirse en aterciopelados trajes típicos, miles de descendientes de inmigrantes emprendieron su desfile en la siesta obereña. El tradicional ritual que va del Centro Cívico al Parque de Naciones, es parte de la apertura de la Fiesta Nacional del Inmigrante.

El evento que celebra las raíces, irá hasta el 15 de septiembre con una variada propuesta gastronómica, comercial y artística, como acostumbra. Así, desde las 15, grandes y pequeños ataviados con los colores de las naciones que representan dejan inaugurada la mayor fiesta de inmigrantes con un popular desfile alentados, a cada paso, por toda la comunidad.

Carros, camionetas, tractores y hasta cochecitos llevaron parte de la cultura de sus abuelos por las calles de la Capital del Monte mientras los símbolos, banderas y vítores se replicaron desde las veredas.

La paisana Argentina Florencia Bauman encabezó el desfile de todas las reinas. La colectividad Checa fue la primera en salir a la calle, seguida por la Paraguaya y la de Ucrania, una de las más numerosa. Luego fue el turno de la colectivada brasileña que alegró con su música y repartiendo caipiriña entre el público.