“Que sepa el pueblo que vendrán tiempos difíciles porque vendrán por todo lo que la estructura municipal les otorga para hacer negocios. Lo que nació ilegítimo, siempre tiene una finalidad ilegal”, manifestó el mandatario fronterizo.

Gallardo hizo referencia a las nuevas autoridades que asumirán en diciembre, después de las controvertidas elecciones del 7 de mayo: “este cuerpo legislativo tendrá desde ahora la importante misión de cuidar por los intereses de las y los quiaqueños. Y tendrá que legislar y controlar los intentos de las corporaciones mafiosas empresariales que ya demostraron que vienen por todo”.

En el mismo sentido agregó: “sepan que vienen con espejitos de colores, como la zona franca y que tienen un nuevo gerente para lograr esos negocios, que es un intendente ilegítimo y que ya La Quiaca conoce bien”.

En cuanto a la gestión que inició en diciembre de 2019, Blas Gallardo afirmó: “como producto del desmanejo, corrupción e improlijidad de las gestiones anteriores, cuando llegamos nos encontramos con una deuda de $43 millones de pesos. Aun así, salimos adelante, porque cuando no se roba y se administra bien, todo alcanza”.

El intendente quiaqueño agradeció a su equipo de trabajo por el compromiso y profesionalismo: “tenemos la conciencia tranquila de nuestro trabajo transparente y honesto en el manejo de los fondos públicos”, y aseguró que “tenemos aprobados ya los ejercicios 2020 y 2021 en el Tribunal de Cuentas”.

El titular del poder ejecutivo municipal también se refirió a la demora del inicio de sesiones del Concejo Deliberante y expresó el malestar que la sociedad quiaqueña por esos inconvenientes que fueron una constante en estos años: “el pueblo nunca pudo ver salir desde acá, algo que lo beneficie. Sí pudo ver egoísmo e ineficiencia. Pudo ver la peor cara de la política”, dijo Gallardo.

En ese momento, Hugo Barro, Mirta Moscoso y Felisa Nieve, los concejales opositores que responden al PJ de Jujuy, decidieron retirarse del recinto.