En este contexto, debemos resaltar que el tremendo endeudamiento que ocasionaron Mauricio Macri y sus aliados acudiendo al Fondo Monetario Internacional implica acciones concretas que repercuten en la dignidad popular, por lo que nuestra obligación es exigir que la justicia investigue las acciones desestabilizadoras de aquellos que operan en contra de Argentina solicitando que no se realice ningún otro desembolso económico al país, acudiendo a los mismos que otorgaron fraudulentamente dicho crédito, que la misma Auditoria General de la Nación hubiera señalado con irregularidades al otorgarse.

La maldita saña y odio que a partir de la manipulación de las expectativas generan clima de incertidumbre y desasosiego, atentan sobre la recuperación de nuestro país. Los sectores concentrados y especulativos son los responsables, ponderando sus beneficios e intereses a merced del sufrimiento del pueblo.

Por lo expuesto, reiteramos que no permitiremos que los argentinos y argentinas seamos solo un número de la timba financiera especulativa de los sectores poderosos y perversos, que incitan permanentemente el crecimiento de la marginalidad de la clase trabajadora, el desprecio a la moneda nacional y el debilitamiento del gobierno. Vamos a seguir luchando para poner a nuestra Argentina de pie, vamos por más trabajo, desarrollo e inclusión.

Ya lo ha dicho nuestro Santo Padre, el Papa Francisco: “Es triste ser huérfano de patria”, dejando expuesto a quienes no están enamorados de su propio país, sin entender que no podrán callar nunca la voz del pueblo argentino.