Esto surge a raíz de los constantes ataques a piedrazos con gomera hasta destruirlos, cuyos protagonistas son jóvenes y niños, los cuales no solo causan un daño económico, sino que dejan los barrios a oscuras.

Empleados del municipio del Área de Electromecánica cada dos o tres veces por semana deben volver por los mismos barrios a reponer las luminarias, ya que una y otra vez son destruidas a piedrazos por los vándalos.

Con el fin de proteger las luminarias, el gobierno municipal podría comenzar a colocar una malla metálica en la tulipa encerramos la lámpara para protegerla del impacto de cualquier elemento.

“Cada lámpara tiene un costo de entre $5.000 a $6.000 y en vez de avanzar con luminarias en otros sectores de la ciudad, lamentablemente tenemos que volver siempre a los mismos lugares a reponer los focos dañados. Esto nos pasa cada tres veces por semana”, explicó Gastón Amaya, responsable del Área de Electromecánica.