Estuvo presente el intendente del Partido de Pergamino Javier Martínez, el historiador Eduardo Lázzari, la diputada provincial Paula Bustos, autoridades, concejales, familiares y vecinos de la ciudad.

“Quiero agradecerle a la familia, Pancho y Guillermo son los que más nos acercan la historia de lo que tiene que ver con algo tan lindo para la ciudad, de tener esta casa en la ciudad de Pergamino y lo que representa en mucho sentido para los pergaminenses, esto tiene que ver con nuestra idiosincrasia, nuestra forma de ser, nuestra forma de ver las cosas. Así que, desde el municipio junto con la Fundación, junto con las Secretarías que están trabajando en el tema, estamos tratando de a poquito y a medida que vamos encontrando los recursos de poner esta casa en el valor que la casa se merece”, expresó el Intendente.

Y agregó: “La idea es que los chicos, los colegios, puedan recorrer la casa, que sea un símbolo de lo que significó Don Arturo, para la familia, la ciudad y la Nación; gente con sinceridad, con sentido común, con sentido de honradez, creo que los argentinos vamos a ser mejores. La Municipalidad realiza aportes a esta casa museo, porque es un aporte a la Argentina. Don Arturo era un hombre de principios, de convicción, que nuestros chicos puedan ver eso, ojalá los futuros dirigentes puedan copiar un modelo como el que don Arturo quiso armar en la nación argentina”.

Por su parte, el destacado historiador Eduardo Lázzari indicó: “Recuerdo el primer día que vine aquí, hace muchos años, con un contingente y pudimos entrar en la casa de un presidente, que marca algo importante. Y después de mucho tiempo comenzó el sueño de poner esta casa en un régimen como museo para que todos los pergaminenses, los bonaerenses y los argentinos pudieran disfrutar esto. Gracias al apoyo de la Municipalidad, a la muy buena predisposición de la familia Illia. Las puertas están pintadas del verde original de la casa. Las que están en marrón son las que se van a restaurar”
Y le agradeció al secretario de Producción Javier Genoud y al historiador Mauro Ganem por haberse “puesto al hombro la casa”.

Por último, Guillermo Illia, sobrino del expresidente contó que “en la cocina que se inauguró pasó la política de Pergamino y a veces del país. En esa cocina hubo ministros, presidentes y era el comité que se usaba en los momentos en que las dictaduras cerraban la actividad política de los comités”
“En la mesa comían en tandas las familias, porque eran 11 hijos más los empleados del horno, iban pasando por esa cocina, era uno de los ambientes principales de la vida familiar. Y por último, lo que nosotros siempre dijimos, la cochera. Era el lugar donde estaba la volante americana del abuelo. Las circunstancias hicieron que la encontráramos, se reparara y pudiéramos exhibirla. Esto es el principio, digamos, de la historia”, añadió.