La obra tiene como objetivo mejorar la calidad de vida y salud de los internos y trabajadores de la unidad penal, mediante la construcción de una planta de tratamiento de efluentes. Implica una inversión que supera los 136 millones de pesos y beneficiará a 1650 personas en total.
La planta de tratamiento de líquidos cloacales Colonia El Potrero se encuentra en su tramo final de ejecución
Dentro del plan de sanidad y aguas impulsado por el Gobierno de Entre Ríos, el Ministerio de Planeamiento, Infraestructura y Servicios informó que la construcción de la planta de tratamiento de líquidos cloacales que beneficiará a la Granja Penal “Colonia El Potrero”, ubicada en la homónima localidad del departamento Gualeguaychú, superó el 93 por ciento de ejecución.
Las tareas se realizan a través de la Dirección Provincial de Obras Sanitarias y se enmarcan en el Programa Federal de Saneamiento (PROFESA), impulsado por el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA). Asimismo, la obra implica una inversión de 136.077.033,19 pesos.
Al respecto, el director de Obras Sanitarias, Luis Trupiano, recordó que la obra “beneficiará a los internos, al personal administrativo, con alojamiento y de tránsito. Estamos hablando de 1.650 personas aproximadamente”.
Detalles técnicos
En función de las tareas realizadas en la Granja Penal “Colonia El Potrero”, el proyecto de la planta de tratamiento de aguas servidas considera el aporte de lavado mediante y consiste en la ecualización, aireación, sedimentación secundaria, recirculación y desinfección del agua clarificada, digestión y espesamiento de lodos.
Al mismo tiempo, en los talleres de producción no se trabaja con residuos industriales líquidos, como aceites de vehículos, detergentes industriales, pesticidas y otros elementos que pueden ser tóxicos y adversos para el desarrollo del sistema de tratamiento biológico del agua. Además, los detergentes utilizados son del tipo biodegradables.
De esta forma, las aguas servidas serán conducidas gravitacionalmente por la red cloacal hasta el pretratamiento, lo cual consiste en una trampa de grasas, una cámara de rejas interceptora de trapos y un desarenador para la retención de los sólidos gruesos que provocan obstrucción en las etapas del tratamiento.
Más tarde el agua libre de sólidos gruesos es recibida y acumulada en un estanque de regulación (ecualización) que servirá para absorber las variaciones de caudal y carga propias de la instalación y operación del sistema. En este depósito, el agua es aireada para evitar que se generen olores y sedimentación.
Finalmente, el estanque de ecualización estará dotado de un sistema de bombas sumergibles que enviarán el agua servida hacia la planta de tratamiento, a razón de caudal medio. Mediante este mecanismo se proveerá a la maquinaria de condiciones ideales de alimentación, lo que permitirá así un buen nivel de operación.