El intendente defendió su gestión con un mensaje claro: ordenar las cuentas y apostar al turismo y comercio como motores del desarrollo. Comenzó su mandato ajustando el cinturón, pero ahora recorre obras públicas con fondos propios.
Lemos: «Vine a despertar a Río Ceballos, un gigante dormido»

Con una impronta de «bisturí y no motosierra», Ezequiel Lemos sostiene haber logrado equilibrio fiscal sin paralizar la economía local. «Los números cierran, pero no con motosierra, sino con control. Había muchos ñoquis en Río Ceballos, gente que decía que trabajaba, pero no lo hacía».
Un cambio radical en la manera de gobernar: «Con datos, con gestión, logramos la eficiencia», explicó. Entre sus medidas, destaca la eliminación de cerca de 60 tasas, el saneamiento de la deuda heredada y la inversión en maquinaria y obra pública con recursos propios.
El jefe comunal enfatizó que su modelo difiere del enfoque nacional: «No es no hacer eventos, es generar escenarios para que el productor, el privado, venga e invierta con seguridad en Río Ceballos. Y ahí empezamos nosotros a desburocratizar el Estado: eliminamos tasas, simplificamos trámites y hoy el comercio puede crecer con mayor libertad».
Estas declaraciones se dieron en el marco de Mesa Chica, el ciclo de charlas con intendentes del interior cordobés que explora los desafíos de gestión fuera de la capital. Allí, Lemos puso el foco en la identidad de su localidad y en la necesidad de romper con la idea de ciudad dormitorio.
«El último verano metimos la mejor temporada de los últimos 15 años. Nos propusimos romper la estacionalidad con eventos deportivos y culturales, porque Río no solo es naturaleza, también es gastronomía y propuestas para disfrutar de lunes a lunes», destacó.
Recibir una ciudad con las cuentas en rojo
El intendente relató cómo recibió el municipio en materia económica: «A mí me dejaron en ese momento 7 mil pesos en caja. Y lo peor fue que empezamos a encontrar cajas de zapatos llenas de facturaciones que no estaban declaradas. Con ese desorden, lo primero fue sancionar una ordenanza de emergencia económica y poner orden en las cuentas».
La estrategia, dice Lemos, fue clara: «Yo soy un intendente de uñas cortas, me voy todos los días a mi casa a dormir tranquilo. Sin robar, sin meter la mano en la lata, logramos que Río Ceballos tenga equilibrio fiscal».
Obras con dinero propio del Municipio
En paralelo, defendió la obra pública por administración propia como herramienta de ahorro: «En un año compramos dos motoniveladoras 0 km y tres camiones, todo con recursos propios. Eso nos permitió encarar obra pública con empleados municipales capacitados, y así le bajamos más de un 50% de los costos al vecino».
Aunque evita hablar de internas partidarias, Lemos remarcó que su compromiso está en la gestión local: «Yo no me puedo dar el lujo de distraerme en discusiones políticas. Mi cabeza está en Río Ceballos y en demostrar que este gigante ya no está dormido».