EN GUAYMALLEN - MENDOZA

Miles de mendocinos y turistas pasaron por Burbujas y Sabores del Mundo

Durante las tres noches del evento que celebra a Guaymallén como cuna del espumante argentino, se pudo disfrutar de música, artesanías, arte y gastronomía.

Viernes, sábado y domingo, el Boulevard Dorrego se vistió de fiesta, para celebrar a Guaymallén como cuna del espumante argentino. Las diez cuadras que separan las calles Joaquín Castellanos y Comandante Espora y en Amado Nervo desde Dorrego a Francisco Álvarez, se instalaron los stands de artesanía, pintura, gastronomía, más los escenarios para que músicos y bailarines muestren sus propuestas.

La actividad es organizada por la Municipalidad de Guaymallén para posicionar al departamento como Capital del Espumante. Según el intendente, Marcos Calvente, Burbujas y Sabores tiene tres objetivos claros: apoyar la cultura, promover el comercio local y posicionar al departamento también por su atractivo turístico. El Municipio trabaja con una veintena de bodegas que producen espumosos de excelente calidad y todas pueden tener un espacio en los eventos del departamento, así como sus artesanos, y empresarios gastronómicos.

Los tres días las actividades comenzaban al atardecer. Desde las 20 horas, vecinos y visitantes podían disfrutar de una grilla excepcional en los tres escenarios montados en las esquinas de Dorrego y Castellanos, Dorrego y Espora y Nervo y Álvarez.

Los espectáculos se desarrollaban en simultáneo en donde pudo disfrutarse de danzas, música en vivo de diversos géneros y hasta espectáculos circenses. El sábado fue el turno de los Djs Juan Pablo Montalvini, Sacha Bustos y Simón Péndola, de hacer bailar a los presentes.

Además, los artistas visuales tuvieron la oportunidad de exponer para los miles de personas que circularon por el Paseo Burbujas y Sabores del Mundo.

Burbujas y Sabores, un mundo de experiencias
Desde temprano los artesanos ya disponían sus productos para que los miles de visitantes pudiesen comprar alfajores, dulces de fruta, pulpas, licuados, licores, ropa, calzado, marroquinería, plantas, macetas, y artesanías en madera, juguetes impresos en 3D y juegos interactivos, y mucho más.

Además del Paseo de Artesanos, ubicado principalmente sobre Amado Nervo, sobre el Boulevard Dorrego se alojaron los FoodTrucks con comidas de distintas partes del mundo: brasileña, peruana, colombiana, venezolana, española y argentina, por supuesto, con precios por demás accesibles. Para acompañar la buena comida, también se podían comprar copas de vino o espumante, bebidas frutales y cervezas, gracias a los diferentes stands dispuestos en el paseo.

Por otro lado, las diferentes áreas de la Municipalidad instalaron carpas que permitieron a los visitantes conocer cómo se viene trabajando en la comuna: el móvil de la Dirección de Salud, sumó conocimientos en prevención contra enfermedades, plagas, breves lecciones de resucitación cardio pulmonar y los profesionales tomaron la presión a quienes lo solicitaran; Ambiente puso énfasis en la importancia del reciclaje de residuos; Turismo propuso degustaciones de productos locales; y Cultura, en donde además de mostrar todo lo que tiene el departamento para mostrar, los niños pueden demostrar su talento en espacios especiales para que ellos pinten y se conviertan en artistas por una noche.

El primer espumante del país nació en Guaymallén
Guaymallén está indisolublemente ligado al espumante. A fines del siglo XIX se fundó la bodega que hizo el primer “champagne” de la provincia y de Argentina: se trata de bodega Santa Ana, fundada en 1890. Dos años después de la creación, su dueño, el inmigrante alemán Carlos Kalles, inició el proceso para desarrollar el producto, con la importación de las cepas, particularmente Pinot Noir.

Según el historiador Pablo Lacoste, en su libro “Guaymallén y el origen del espumante argentino”, el 15 de noviembre de 1902 Kalles presentó su producto ante clientes, prensa y funcionarios nacionales en un evento realizado en la Ciudad de Buenos Aires, que bajo el clima eurocéntrico de la época se conocía como “champagne”. Hasta ese momento, el champagne que se consumía en Argentina era importado.

Kalles tenía un competidor quién también era inmigrante alemán, Hans Von Toll, que tenía su bodega en San Martín.

El 21 de noviembre de 1902, diario Los Andes reseñó el hecho, que resultaba extraño para la época. “Mendoza cuenta desde hoy con una nueva industria que está llamada a ser de gran porvenir y a proporcionar en un tiempo muy lejano una fuente más de riqueza para el país. Nos referimos a la fabricación de champagne, a que se han dedicado últimamente los laboriosos y conocidos industriales Juan Von Toll y Carlos Kalles, radicados desde hace algunos años en la provincia”.

Von Toll lanzó su producto un mes después que Kalles. De esa manera, la bodega de Guaymallén fue la primera en presentar en sociedad un “champagne” producido íntegramente en Argentina.

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