Con la presencia del gobernador Maximiliano Pullaro, se inició la obra y comenzaron a correr los doce meses de plazo para la ejecución de un tercer carril entre las ciudades de Rosario y San Lorenzo, de la Autopista Santa Fe-Rosario, que se ejecuta bajo un modelo público-privado en el que las empresas han comprado bonos a tres años para financiar la inversión.

El trabajo consiste en mejorar la transitabilidad de la vía de comunicación en su sector de mayor congestión, en plena zona portuaria sobre el río Paraná, de la que -según destacó el ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, es «la primera autopista con accesos controlados construida en el país hace más de 60 años».

El funcionario, como otros expositores, destacó que en la construcción, reparación y hasta el más elemental mantenimiento de las rutas nacionales la Nación no ha aportado nada y encima tampoco otorga esas jurisdicciones a la provincia, para que Santa Fe se haga cargo de esas tareas con un traspaso de rutas nacionales como la 33, 34 y la A012.

«Capital político»

El acto contó con fuertes definiciones del titular de la Casa Gris que dijo que Santa Fe pudo hacer obras porque puso en juego su «capital político» para «enfrentar los problemas», en obvia referencia a los ahorros logrados al ajustarse gastos sin justificación y otros estructurales que resultaban insostenibles, como el déficit de la Caja de Jubilaciones.

Con la celebración oficial de este lunes 6, a la gestión de Unidos para Cambiar Santa Fe parecen haberle llegado los Reyes Magos, al anunciar una obra por 41.985 millones «sin un solo peso del gobierno nacional» bajo un modelo de esfuerzo publico-privado, en un contexto en el que puede mostrar inversiones en 2024 por 500 millones de dólares, que serán «entre 1.500 y 1.600 millones de dólares para invertir en obra pública», adelantó Pullaro para 2025.

Dijo que Santa Fe pudo porque su gestión «tomó los temas y dio los debates que tenía que dar» con «el coraje de poner capital político arriba de la mesa para aclarar muchos temas», graficó.

Reformas y emergencias
«Quiero dejar claro que a veces para los que están en gestión es más fácil hacerse los zonzos… no enfrentar los problemas y que sigan las cosas como estaban, para que todo siga tranquilo. En cambio, nosotros no vinimos a hacer eso: llegamos para interpelarnos permanentemente y a cambiar las cosas en la provincia», agregó en obvia referencia a las reformas y emergencias, además de ajustes sobre gastos en empresas públicas y en el sistema previsional.

Además de Pullaro y sus principales ministros estuvieron figuras como la vicegobernadora Gisela Scaglia; la presidenta de la Cámara de Diputados, Clara García; el intendente de Rosario, Pablo Javkin y el de San Lorenzo, Leonardo Raimundo.

Así, al anuncio de los primeros meses del año, el llamado a licitación y la apertura de sobres de agosto y la adjudicación de la obra, el gobierno provincial sumó otro acto: el de la firma del acta de inicio de los trabajos entre la empresa contratista a cargo del contrato (Pose SA) y el Estado provincial poseedor de la Autopista.

Tan importante como el papel que tuvieron los demás expositores (entre ellos la directora de la Autopista, Liliana Palamedi) fue el discurso del titular de la Bolsa de Comercio de Rosario, Miguel Simioni, que cargó de elogios al gobierno provincial por su preocupación por la infraestructura y la creación de mejores condiciones para la producción.