La semana comenzó con otro frente de recuperación vial en Guaymallén. Hacia el oeste del barrio Unimev, el municipio concretó la repavimentación de la calle Ignacio Molina. La obra abarcó casi 400 metros de longitud, desde el cruce con Adolfo Calle hasta Pedro Vargas.

Las condiciones existentes de la arteria determinaron la necesidad de estas mejoras: la calzada se encontraba deteriorada, con signos propios del paso del tiempo y de trabajos realizados previamente en las redes de servicios. El paso a paso incluyó limpieza de todo el terreno, reparación de roturas, imprimación con material adhesivo y aplicación de una capa de concreto asfáltico en caliente.

Todas las tareas contaron con operarios de la comuna y equipamiento moderno y específico de un parque automotor que se encuentra en constante crecimiento. Como el norte es seguir mejorando los servicios en Guaymallén, este tipo de obras continúan mediante un programa plurianual para atender situaciones críticas que afectan las actividades cotidianas de los vecinos. Se fijan como prioridad las vías que están más deterioradas y que no implican futuras roturas por conexiones domiciliarias de agua y/o cloaca.

Finalmente, vale recordar que este sector de Villa Nueva fue intensamente intervenido durante el año pasado. El circuito inició en Peña y Lillo, entre Cangallo y Pedro Vargas; y siguió por Eduardo Wilde, entre Helen Keller y Bernardo Houssay, para completar en ese tramo las paralelas Dr. Julio Brigante, Alfred Nobel, Dr. Banting y Dr. Sáenz A. También, se trabajó en las calles Patagonia, desde Helen Keller hasta Azcuénaga, y Carlos Thays, desde Azcuénaga hacia el oeste. A esto se suma la intervención integral que continúa avanzado por Adolfo Calle, desde Azcuénaga hasta Ignacio Molina. Implica nuevos cruces peatonales; esquinas con rampas; dársenas de contenedores de residuos; apeaderos para la espera del transporte público; reconstrucción de la alcantarilla sobre la margen oeste de Azcuénaga; cordones y banquinas en todo el boulevard central, más cruces renovados y sifones de riego para evitar el desborde de agua. Esto se completa con reforestación y reductores de velocidad entre las calles Soldado Desconocido y Bernardo Houssay.