La Municipalidad de San Miguel de Tucumán inauguró este jueves un taller textil destinado a mujeres, en la Casa de la Ciudad, ubicada en la calle Catamarca 920.

Del encuentro, participaron los secretarios de Desarrollo Social y Cultural, Carlos Ale, y de Políticas Educativas, Susana Montaldo, y la subsecretaria de Cultura y Deportes municipal, Norma Torossi, acompañados por la senadora nacional Beatriz Ávila. Además, estuvieron presentes la representante de la Agencia Española de Cooperación y Desarrollo (Aecid), Blanca Rodríguez Torrego, y el presidente de la Fundación Tajamar, Javier Calviño, organismos que trabajan conjuntamente con la Municipalidad y el Ministerio de Desarrollo Exterior de la Nación en el proyecto, de alto impacto social.

El taller textil forma parte de un programa de cooperación internacional y tiene como objetivo promover el autodesarrollo de las mujeres económicamente activas.

“Estamos muy contentos y emocionados de poder inaugurar este taller textil con una visión virtuosa, porque es destinado a mujeres vulnerables, donde la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, junto con la Agencia Española de Cooperación y la ONG Tajamar, nos aliamos para poder capacitarlas a los fines de que puedan desarrollar su propio emprendimiento”, explicó la senadora Ávila. La parlamentaria resaltó que “España brindó las maquinarias industriales que permitirán hacer -durante el desarrollo del taller- todo tipo de trabajos, como delantales, barbijos, etcétera; a precios económicos de y de muy buena calidad”.

La senadora nacional por Tucumán agregó que “este taller textil que se realizará en la Casa de la Ciudad tiene un perfil social”.

Por su parte, la representante de Aecid explicó que la capacitación forma parte un proyecto de cooperación entre nuestro país y España. “Se intenta empoderar a las mujeres e insertarlas en el mercado laboral como trabajadoras formales con derechos”, acotó.

Rodríguez Torrego indicó que “el taller tiene una primera fase de capacitación en la que se aprenderá a cortar, a realizar bordados y logos; luego se realizará un aporte de equipo y maquinarias para que las asistentes puedan practicar; y finalmente una tercera fase para cerrar el ciclo con la comercialización de lo producido, para lo cual se intentará realizar acuerdos con el sector público y privado”.

Valeria Páez, una de las talleristas, agradeció la oportunidad “de poder utilizar los materiales y la maquinaria para poder emprender y hacer la parte comercial, que es la más importante para las personas de la actividad textil”.