En la sede de la Corriente de Expresión Renovada se reunía un centenar de personas a eso de las 21. Adentro, los periodistas se hacían reportajes entre ellos o discutían posibilidades y porcentajes, mientras en la vereda la gente conversaba de temas importantes. «Vamos, vamos, vamos, que mañana igual hay que levantarse. Para nosotros terminó el día», le decía Paula a su gente, un par de muchachos y cuatro chicas que la habían acompañado en el reparto de víveres a los fiscales y en la fiscalización de algunas mesas.

Para Johanna, en cambio, la noche recién empezaba: «No sé mami, todavía tengo que recibir muchas planillas y después pasar los números», decía al celular. «No, no tengo hora, no sé, hasta que esté». Y no mentía: a esa hora recién llegaba en moto Yolanda, con un puñado de carpetas de la escuela que le tocó fiscalizar en Fontana.

Acá en la vereda, casi todos los que hablan de las elecciones y las chances de los candidatos lo hacen en términos de «qué pasará mañana». Desde el habitual «con el que sea, lo mismo habrá que laburar» hasta «al final todos se juntan y arreglan», pero la conversación deriva más temprano que tarde en la cuestión de los precios, y sobre todo el de la comida.

Adentro, habla la candidata a vicegobernadora Viviam Polini: «Hay que trabajar en políticas de desarrollo local y regional para evitar el desgaste y el despilfarro en cuestiones que no son necesarias en todas las localidades, y donde los niños y niñas son los más desprotegidos, al igual que los adultos mayores donde el Estado no los acompaña».

«Nosotros, desde el CER, seguiremos tratando de generar políticas públicas para estos sectores, sin tanta burocracia estatal, porque a veces no hace falta tanto dinero y tanta cuestión económica, sino que es necesario sensibilizarse con el otro apelando a la cercanía con la gente».

Cuando aparecen resultados que preanuncian el triunfo de Leandro Zdero no hay mucha sorpresa, y todos comienzan a rumbear hacia el interior. En un tv enorme se escucha a Jorge Capitanich reconociendo la derrota, sin que despierte mayores comentarios. Cuando habla Zdero para celebrar su victoria, lo mismo. Solo Patricia Bullrich rompe la inercia: despierta a la gente, que se manifiesta con intensos murmullos, enojos y varios gritos no reproducibles.

Solo después de eso aparece Gustavo Martínez para hacer su balance ante los periodistas y sus militantes. «Nuestro objetivo fue desde el principio dar nacimiento a un espacio político para convocar a todos los sectores y trabajar con todos los sectores. Ese paso lo hemos dado y nos hemos constituido nuevamente como la tercera fuerza provincial, superando un ambiente polarizado que nos hizo temer que no llegáramos. Ahora el desafío es mantener este espacio vigente en los próximos comicios: vamos a trabajar para la fecha nacional de octubre y también para los comicios de Makallé, Quitilipi y Resistencia». Ante la pregunta de una periodista, dijo que había saludado «al gobernador electo», pero no a Capitanich.
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