El libertario dio el batacazo, rugió con fuerza y bajó la euforia que había en Juntos por el Cambio tras las últimas Paso provinciales.
Milei fue el más votado en la provincia y ganó por escaso margen en Rosario
El candidato a presidente por La Libertad Avanza, Javier Milei, se convirtió este domingo en el gran elector de la jornada de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (Paso): fue el más votado en la provincia y posicionó a su espacio, donde no dirimía internas con nadie, como el sector más apoyado por los santafesinos.
En el departamento Rosario el libertario también se impuso, pero por un escaso margen sobre Patricia Bullrich, la segunda más votada en la provincia y en la ciudad. Tercero quedó el actual ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa.
Así, el león rugió fuerte, escrutado el 95,5% de las mesas en la provincia, Milei se llevó el 35,25% de los votos y superó la suma de los sufragios que cosecharon los candidatos de Juntos por el Cambio, Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, que entre ambos lograron el 31,56% de los sufragios y ubicaron a ese espacio en el segundo lugar de las preferencias de los santafesinos.
El tercer puesto en el podio de estas Paso fue para Unión por la Patria, espacio en el que se impuso el actual ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, pero con una performance muy baja, ya que sumando los votos de su competidor, Juan Grabois, apenas llegó al 21,01% de los votos.
El cuarto lugar en las preferencias de los santafesinos fue para el espacio que lidera el exgobernador cordobés Juan Schiaretti, que apenas cosechó cerca del 4 por ciento de los votos.
De este modo, Milei también dio el batacazo en Santa Fe, como pasó en Córdoba y en Mendoza, por citar solo algunas de múltiples provincias donde el fenómeno libertario le puso un gran signo de interrogación a las elecciones generales presidenciales que se dirimirán el próximo 22 de octubre.
Este domingo, el rugido del león que avanza sobre “la casta” política había empezado a escucharse desde temprano, cuando tanto las mesas testigo del socialismo como del radicalismo que integra Juntos por el Cambio lo daban al tope de las preferencias. Las caras en el céntrico búnker rosarino que montaron los libertarios empezaron a mutar en sonrisas y con el paso del tiempo llegaron los cánticos y la música.
Sin medias tintas, el presidente del PJ santafesino, Ricardo Olivera, había señalado pasadas las 20 que Milei había sido el más votado en Santa Fe. Se apoyaba en sus mesas testigo, que daban cuenta de que el voto al libertario crecía y se hacía cada vez más fuerte en las barriadas más humildes.
“No pudimos resolver el 40 por ciento de la pobreza y sin dudas hubo un voto con mucha rebeldía. Esta vez ese voto rebelde se expresó por Milei”, admitió el referente del peronismo en la provincia.
En detalle
El fenómeno Milei barrió con todo tipo de especulaciones. Le dio un cachetazo a la grieta y puso en alerta a los espacios políticos tradicionales. A nivel provincial, Juntos por el Cambio venía envalentonado por las Paso que dejaron a Maximiliano Pullaro a punto de convertirse en el próximo gobernador. Pero lo de este domingo fue otra historia.
El libertario mostró los dientes. Si bien sus candidatos no habían hecho buen pie, el sí mostró liderazgo. Fue el candidato más votado en la provincia y en el departamento Rosario.
En Juntos por el Cambio destacaron que su elección no fue mala. Pero en rigor, al comparar estas elecciones con el resultado de las Paso presidenciales de 2019 en suelo santafesino, la performance es algo más baja.
En 2019, la fórmula que encabezaba el expresidente Mauricio Macri sumó en las Paso el 33,8% por ciento de los votos. Este domingo, la suma de los sufragios de Bullrich y Larreta no llegaba al 32%. En el departamento Rosario, en tanto, el triunfo de Milei fue más ajustado: logró apenas un punto de diferencia por sobre la suma de los candidatos de Juntos por el Cambio. Tercero quedó Unión por la Patria, casi diez puntos por debajo de los números de Milei.
Este domingo, los operadores peronistas explicaban que el voto del libertario se había hecho fuerte en las barriadas más pobres y entre los que tienen empleos informales. “La pobreza y la marginalidad son deudas que no pudimos saldar”, admitieron.
Y en ese malestar empezó a germinar el voto del libertario. Un voto que mezcla bronca con antipolítica y que, sin dudas, le acaba de dar un fuerte cachetazo a los espacios tradicionales.